La Escuela del Inframundo, también llamada Escuela de Magia Negra, fue una institución demoníaca creada por Sasha en el año 2035 como antítesis a La Escuela de Magia creada por Los Ancianos miles de años atrás.
Historia de La Escuela del Inframundo[]
Proceso e inauguración[]
Tras la llegada al poder de Nahia y su Hermandad de las Rosas Negras, una de sus tenientes, Sasha, trabajó duramente para construir un lugar en el Inframundo que fuera el centro de la sabiduría, el conocimiento y el entrenamiento de la magia negra, así, con el beneplácito de su líder, se inauguró el mágico edificio en alguna caverna de profundidades infinitas del Inframundo.
Tras varias reformas, se consiguió que aquella caverna aparentara por dentro como un edificio, y se equipó todas las paredes de la inmensa cueva de baldosas negras e incontables lámparas y antorchas para iluminar el liceo, si bien ya de por sí el lugar estaba bien iluminado pues los inmensos ventanales irradiaban la luminosidad de un caudaloso río de lava. A su vez, grandes estanterías guardaban libros antiquísimos de magia negra disponibles para sus estudiantes, que en su mayoría, eran demonios-mujeres, debido a la política radical de La Hermandad de las Rosas Negras, donde prevalece más la mujer-demonio que el hombre-demonio, que se encuentra en un segundo plano.
Aunque intentaron que la Escuela del Inframundo estuviera protegida de la magia blanca (así como la Escuela de Magia está protegida de la magia negra) Sasha y sus compañeras no pudieron conseguir esa meta. De este modo, pudimos ver cómo seres de magia buena accedieron sin problemas a esta escuela demoníaca, como la superbruja de Paige Matthews.
Fue también el lugar de reunión de las mujeres mortales que asesinaban a sus seres queridos para convertirse en demonios y donde Phyllis Halliwell aceptó ser una bruja malvada. (Cuando una puerta se cierra, otra se abre)
Institución destruida[]
La Escuela en ruinas
Finalmente, durante el episodio Curtis, Karen Andrews y sus tropas destrozaron por completo la institución, hiriendo de gravedad a muchas demonios allí presentes, raptándolas o matando a otras tantas.